Rompecódigos

Rompecódigos (en realidad "descifrador"), uno de nuestros juegos más potentes y sencillos, se puede utilizar para aclarar cualquier concepto complejo.

Haz un PowerPoint representando la lección, explica las partes del PowerPoint, a continuación, muestra a tus alumnos un segundo PowerPoint, el Rompecódigo, con los datos fundamentales eliminados. Tus alumnos han de intentar, con su compañero "romper el código," llenar las partes que faltan.

Por ejemplo, enseña a los niños un mapa. Pídeles que memoricen los nombres de las ciudades mostrándoles la imagen de la izquierda. Después, enséñales el mapa Rompecódigos que está a la derecha. Ellos trabajan con su compañero identificando las ciudades y corrigiendo la pronunciación.
 
Rompecódigos funciona igual de bien con Ciencia. Aquí hay un diagrama con las áreas del cerebro. Tu presentación describe cada parte, parando para que cada alumno pueda repetir la descripción al compañero. Después muestra el diagrama de la derecha, la imagen Rompecódigos.


El trabajo de tus alumnos es completar oralmente las partes que faltan con su compañero. Fíjate que puedes variar la dificultad según la cantidad de información que ocultes, esto es, dando a tus alumnos más o menos pistas.

A lo mejor tu presentación es una línea del tiempo mostrando los nueve períodos de la civilización occidental. En una presentación más larga, comentas los aspectos clave de cada período histórico. Tus alumnos practican cada apartado que expongas con su compañero. Después muestra a el Rompecódigo de la Civilización Occidental. Su reto es completar los términos que faltan.

Si quieres clarificar un concepto matemático. Aquí se muestran los pasos relacionados con simplificar una ecuación. Puedes explicar los pasos dando tiempo a los alumnos a repetir tu explicación al compañero. A continuación, tus alumnos examinan el Rompecódigos de Matemáticas. Deben recordar el razonamiento en cada paso, completando correctamente los espacios.

Puedes incluso crear un Rompecódigos basado en una lista de información. ¿Tienes una lista con viñeas? ¡Transfórmala!

Normalmente los alumnos completan el Rompecódigos de forma oral. Hacerlo de forma escrita es a menudo ineficaz ya que los estudiantes escriben sus respuestas, doblan sus brazos y esperan a que los más lentos terminen. Haz hincapié en que cuando se juega a Rompecódigos, los alumnos continúan diciendo en voz alta sus respuestas, una y otra vez, hasta que se cambie a la siguiente diapositiva, el siguiente reto del Rompecódigos.